Corría el año 1814 cuando Fernando VII, rey de España, y Luis XVIII, rey de Francia, firmaban el acuerdo definitivo de paz que puso fin a la Guerra de la Independencia Española. Atrás quedaban seis años de  calamidades y barbaries que dejaban un pueblo español mermado.

« Agoviada de continuos saqueos e injustas exacciones con que se violentó a su vecindario en la época aflictiva de los franceses desoladores quedó expuesta a no existir y se despobló la mayor parte […] pero es notorio que en el día tiene mayor número de vecinos que tenía antes de la guerra de forma que en el día está más floreciente que antes, como a su tiempo se justificará»

Extracto de la justificación de la Villa de Aguilafuente para solicitar el mercado.
Real Licencia expedida el 7 de junio de 1819 para poder celebrar mercado.
Encabezamiento con el sello regio y los títulos de Fernando VII.
Real Licencia de 7 de junio de 1819.

Argumentando la necesidad aguilucha por superar los difíciles tiempos de la postguerra y reunir de nuevo a las familias, el 16 de febrero de 1818 se adoptaron varios medios entre los que destacó la convocatoria de un Concejo Público en el que se acordó la aspiración a un mercado los viernes de cada semana. Esta pretensión fue impugnada  por Fuentepelayo, que celebraba mercado los miércoles; Cantalejo, que lo hacía los viernes y Turégano, que tenía mercado los sábados.

«Sus mercados surten super abundantemente a todos los pueblos inmediatos y de la circunferencia que no tienen la gracia del mercado»

Alegación de Fuentepelayo, Cantalejo y Turégano.
Real Licencia 7 de junio de 1819

Las demandas de los otros pueblos llegaron a nuestra villa y tanto el Ayuntamiento como la vecindad perseveraron en sus aspiraciones por comprender que si se atendía a dichas demandas «quedaría arruinado nuestro vecindario». Pero esta vez, tras el estudio de los días de  celebración de los mercados en los pueblos y villas cercanas se decidió realizar la solicitud para que se instaurase los lunes.

«Si se estendiese al lunes de cada semana, la gracia pretendida por la Villa de Aguilafuente, único día en que no se celebra mercado en ninguna de las otras villas de las cuatro leguas del contorno».

Solicitud de la Villa de Aguilafuente.
Real Licencia de 7 de junio de 1819.

Mandada la solicitud, se reunió el 24 de abril de 1819 el Consejo Real quien, consultado el Fiscal, acordaba conceder la Real licencia que sería expedida en Madrid el 7 de junio y  firmada por los miembros del Consejo y estampada con el sello de S.M el Rey Fernando VII.

«Concedemos la licencia y facultad a la Villa de Aguilafuente para que pueda celebrar y celebre un mercado en el lunes de cada semana.»

Real Licencia 7 de junio de 1819.
Firmas del Consejo Real y estampa del sello regio.
Real Licencia de 7 de junio de 1819.

La Real Licencia llegó a Aguilafuente y el Ayuntamiento comenzó a disponer el sitio y avisó a los vecinos, mediante carteles impresos, que el primer mercado se celebraría el lunes 28 de junio. A partir de ese lunes y cada lunes hasta que se cambió a los martes, los aguiluchos y aguiluchas han acudido con ilusión al mercado, convirtiendo el sitio de celebración en un lugar de encuentro social.

Anuncio del primer mercado celebrado en la Villa de Aguilafuente