Las primeras manifestaciones humanas en el término municipal de Aguilafuente se remontan al Neolítico, concretamente en torno a 3500 años a.C. Se ven relacionadas con el hallazgo de un ejemplar de hacha pulimentada donada por don Ricardo García en los años 40 al entonces Comisario Provincial de Excavaciones Antonio Molinero, dicho hallazgo se encuentra actualmente depositado en el Museo de Segovia.Más tarde, en los años 80 se hallaron varios restos cerámicos en un paraje muy próximo a la localidad: la Cuesta de la Rebilla. Dichas cerámicas de aspecto tosco fueron elaboradas a mano, presentando una coloración negra y una total ausencia de decoración. Estos hallazgos se pueden fechar en el tránsito del ultimo periodo de la Edad del Bronce (Bronce Final), más conocido como facies Cogotas I, a la Primera Edad de Hierro (Hierro I), periodo designado por la arqueología en la cuenca del Duero como facies Soto I, por tanto con una cronología temporal que los sitúa entre los 800-700 años a.c. |
Este periodo aparece bien reflejado en Aguilafuente debido a la existencia de la villa romana de Santa Lucía, correspondiente al siglo IV d.C., la cual ha inspirado la creación del Aula Arqueológica. Dicho yacimiento nos ha aportado mosaicos, frescos y abundante material cerámico en el que destacan fragmentos de terra sigillata hispánica tardía así como de cerámica común, lo cual nos indica la presencia en esta zona de una gran explotación latifundista acorde de este momento histórico que es el Bajo Imperio.Posteriormente el solar fue aprovechado por poblaciones visigodas, llegando a utilizar la villa romana como lugar de enterramiento (siglo VI d.C). En dicha necrópolis se han encontrado unos 200 enterramientos, en los que se incluían ajuares compuestos de objetos propios de la toréutica: fíbulas, broches, hebillas de cinturón, collares y diferentes restos de cerámica.Incluso el lugar donde hoy se asienta la localidad de Aguilafuente pudo ser otra necrópolis visigoda ya que en la Calle de la Ermita y sus alrededores se han encontrado varios sarcófagos antropomorfos labrados en piedra. |
Así, fue visitada por Juan II de Castilla los días 17 y 18 de mayo de 1434. Durante el reinado de Enrique IV de Castilla, del 1 al 10 de junio de 1472 se celebra en la Iglesia de Santa María de Aguilafuente un Sínodo diocesano convocado por el obispo Arias Dávila. Las actas sinodales y el relato de los hechos acaecidos a lo largo de los 10 días que duró, dieron motivo para que saliera a la luz el libro denominado como «Sínodo de Segovia» o «Sinodal de Aguilafuente», considerado joya bibliográfica por ser el primer libro impreso en España. Este incunable se encuentra en el museo de la Santa Iglesia Catedral de Segovia. En algunos de los años finales del siglo XV (1489, 1492, 1496 y 1497) Aguilafuente es sede de varios Consejos Generales de la Mesta, la poderosa agrupación de los ganaderos ovinos del reino, lo que refleja sin duda la importancia que alcanza la villa en ese siglo de transición hacia la Edad Moderna. Además la reina Isabel la Católica visitó la localidad en mayo de 1493 y su marido Fernando lo hizo el 10 de octubre de 1505, incluso en algunas ocasiones los dos monarcas juntos también pasaron varias jornadas en Aguilafuente como lugar de descanso entre los frecuentes viajes por sus reinos. Incluso la reina intercedió en más de una ocasión entre el Concejo local y el Cabildo catedralicio para resolver problemas de la villa. |
Participa la villa en la Guerra de las Comunidades en contra del emperador Carlos I, por lo que el Cabildo Catedralicio se desprende de ella, vendiéndosela a D. Pedro de Zúñiga, duque de Béjar, el 22 de octubre de 1536. Poco después Carlos I concede a D. Pedro el título de marqués de Aguilafuente. Este hecho y la decadencia de la monarquía de los Austrias en aquella época afectan considerablemente a su desarrollo.
También es una época de conquista en el Nuevo Mundo. Se sabe que algunos de los pobladores de esta villa intervinieron en la conquista de América, como Alonso del Río, así lo relata el conquistador Bernal Díaz del Castillo en su Historia Verdadera de la Conquista de la Nueva España. |
En la guerra de la Independencia de 1808 con la entrada de las tropas de Napoleón, dada la extensión de los pinares que rodean la villa, la población participó muy activamente en la guerra de guerrillas contra el invasor. Ya en el siglo XX, y concretamente en el periodo de la Guerra Civil (1936-1939), Aguilafuente quedó encuadrado en la llamada zona nacional, al igual que la mayor parte de Castilla la Vieja. Posteriormente Aguilafuente, una vez superada la guerra y la posguerra sufrió las funestas consecuencias de la inmigración hacia las grandes ciudades durante las décadas de los 50, 60 y 70.